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Cultivo líquido de hongos (técnica casera fácil y barata)

Cultivo líquido de hongos

Vamos a empezar por lo básico.

¿Qué es un cultivo líquido de hongos?

Un cultivo líquido (liquid culture, LC) de hongos es micelio, el hongo, suspendido en un líquido con nutrientes necesarios para su supervivencia y desarrollo. Por ejemplo, en el caso de la foto destacada, se puede ver el hongo flotando en una solución sellada de agua y miel.

Por lo general los hongos se extienden por sustratos como el manto de las hojas de otoño, madera, raíces de plantas y árboles… pero si queremos tener una fuente eterna de información genética de la que sacar nuevas setas para el consumo (o estudio), no es lo más óptimo. Ahí es cuando entra en juego el cultivo líquido.

¿Para qué se usa el cultivo líquido de hongos?

El cultivo líquido de hongos es una forma muy sencilla de almacenar en casa un hongo y tenerlo disponible para iniciar nuevos cultivos. La inoculación de hongo desde un cultivo líquido es una de las múltiples técnicas que existen a la hora de inocular un nuevo sustrato.

Este tipo de inoculación consiste en extraer con una jeringuilla unos mililitros del cultivo líquido, es decir, el hongo sano en flotación, e inyectarlo en una bolsa o en un bote de un grano escogido y esterilizado previamente (en caso de setas como la shiitake se inocularía directamente sobre tacos de madera).

Esta forma de iniciar un nuevo cultivo de setas es una de las más rápidas, ya que el paso más lento, el de la reproducción entre esporas, se omite completamente y se trabaja ya con un hongo adulto preparado para la colonización. Es decir que se reduce mucho el periodo de incubación.

Una vez el hongo haya colonizado el grano este se rompe y se mezcla con un nuevo sustrato (madera, fibra de coco, paja… ¡¡nunca tierra!!) y una vez lo haya vuelto a colonizar podremos llevarlo a la fase de fructificación para obtener nuestras queridas setas.

¿Cómo se hace un cultivo líquido de hongos?

Pues es súper fácil. Esta es la lista de herramientas e ingredientes para la receta más básica:

  • Agua
  • Olla a presión (para esterilizar)
  • Miel
  • Jeringuilla alimenticia (para medir la miel)

Y si además necesitas prepara un bote en el que almacenar el cultivo las herramientas necesarias incluyen las siguientes:

  • Una canica (opcional pero recomendado)
  • Un bote de cristal de conservas con una tapa metálica (para que resista altas temperaturas)
  • Silicona resistente a altas temperaturas
  • Un taladro, punzón, clavo…. (algo con lo que hacer agujeros en el metal)
  • Un filtro de aire sintético (los venden como pegatinas, pero también vale el relleno sintético de peluches o cojines)

Nuestro objetivo es obtener un líquido esterilizado dentro de un bote con un puerto de inyección que nos permita introducir el hongo y extraerlo una vez haya colonizado la solución.

Paso 1: el bote

Si ya tienes un bote preparado puedes saltarte este paso. Si no, no te preocupes, es muy sencillo.

Hazte con un bote de conservas, puede ser uno que tengas por casa que mantenga el sello y no tenga la tapa de metal muy deformada. Seguro que tienes botes sin usar de aceitunas o mermelada.

Botes de conservas

Lo importante es que sea resistente a altas temperaturas y no tenga plástico que se pueda derretir dentro de la olla.

Ahora que ya tienes un bote hazle dos agujeros donde más rabia te de, pero que no estén muy juntos. Uno lo usaremos para la entrada de aire y salida de C02, y el otro como puerto de inyección. En mi caso compré unos botes hipster que venían con un agujero para la pajita, así que ya tenía medio trabajo hecho.

Foto de bote de conservas y pegatinas de filtros de aire
Foto de bote de conservas y pegatinas de filtros de aire

En la foto también podéis ver los filtros de aire de material sintético que compré. En este caso están en formato de pegatina, pero una opción aún más barata es abrir un peluche viejo o un cojín viejo que vayas a tirar y usar el relleno (si es sintético) para introducirlo por el agujero.

Si no tiene agujeros y necesitas hacer más, puedes usar un taladro o un martillo y un clavo. Para gustos. El resultado debe ser similar a este.

Bote de conservas con un filtro sintético de aire y un agujero hecho con taladro

Lo siguiente es hacer el puerto de inyección. Para eso necesitamos la silicona. Primero echa un poco de silicona encima del agujero restante hasta que quede cubierto, por la parte exterior de la tapa. Aplana la silicona con un poco de papel húmedo (para que no se quede pegada al papel), verás que el exceso pasa por el agujero y aparece por la otra cara de la tapa. Ahora dale la vuelta a la tapa y repite el proceso, echa un poco y aplana la silicona usando una servilleta húmeda. Esta vez verás aparecer por el otro lado una burbuja perfecta para ser usado como puerto de inyección. Deja que se seque durante 24 horas.

Botes de conservas con flitros de aire sintéticos y puertos de inyección caseros hechos con silicona resistente a alta temperatura

Paso 2: la solución

Una vez se haya secado la silicona es momento de preparar el líquido que va a ir dentro. Para eso la fórmula básica es la siguiente. Uses la cantidad de agua que uses, el porcentaje de miel ha de ser del 4%. Es probable que funcionen otros porcentajes, pero este es el porcentaje con el que yo he tenido éxito.

Una vez hecho el cálculo recomiendo calentar la miel para que sea más fácil de manipular y usar una jeringuilla alimentaria para medir la cantidad.

Miel dentro de una jeringuilla alimentaria

Lo siguiente es echar la miel dentro del bote con agua, ¡y ya casi tenemos nuestro bote preparado! Asegúrate de revolverlo bien para que no queden grumos.

Como detalle opcional podéis meter una canica de cristal para que en el futuro os sea más fácil romper las nubes de micelio que se creen dentro.

Bote con una canica de cristal dentro

Ya solo queda meter los botes preparados en la olla a presión. Aquí las opiniones varían, unos dicen que hay que dejar la olla 30 minutos desde que salta el pitorro y otros que 15 o 20. Yo lo dejé 30, pero puede que en el futuro pruebe menos minutos, ya que dicen que el líquido queda más claro. Aunque si quieres que tu cultivo sea 100% transparentes hay otras técnicas y recetas mucho mejores para ello.

Una vez pasados los 30 minutos apaga el fuego y deja que los botes se enfríen durante la noche sin abrir la olla, así te aseguras 100% que se mantienen estériles tanto por dentro como por fuera durante el siguiente paso.

Ahora viene el momento clave, el de introducir el hongo en la solución estéril que hemos preparado. Hay muchas técnicas diferentes, mucha gente lo que hace es introducir esporas que compra por internet o que recoge de setas usando una jeringuilla esterilizada. Para ello rascan las esporas recogidas y las dejan caer en un vaso de chupito esterilizado (puedes aprovechar el paso de esterilizar los botes para meter el vaso) lleno de agua esterilizada. Después recogen este agua con esporas con la jeringuilla e inyectan el líquido en el bote de cultivo usando el puerto de inyección. Esta técnica es más propensa a contaminarse y las esporas, al tener que reproducirse entre ellas, producen genes diversos.

En mi caso lo que he hecho ha sido clonar una seta replicando al 100% sus genes. Para ello usé un escalpelo esterilizado con un soplete y abrí la seta a clonar. Raspé su interior para soltar la carne y la recogí con una jeringuilla que había llenado previamente con el líquido esterilizado de cultivo usando el puerto de inyección de uno de los botes.

Una vez podía ver la carne de la seta o bien dentro de la jeringuilla o dentro de la punta de la aguja, usé el puerto de inyección para introducirla dentro del bote.

Y ahora a esperar.

Cuidados

Cultivo liquido con exito. Lleno de hongo.

Ahora de lo único que tienes que preocuparte es de vigilarlo de vez en cuanto. Tardará en arrancar, en especial si lo que has introducido son esporas, ya que tienen que encontrar su media naranja y reproducirse. Lo primero que verás será como un globito esponjoso flotando en una esquinita. Cuando esto pase es momento de empezar a agitar el bote una vez al día.

Para mi, la mejor forma de agitar el bote consiste en apoyarlo en una mesa y moverlo como si estuviéramos intentando oxigenar un vaso de brandy. Primero a la derecha y luego a la izquierda, más que nada para que no se moje el filtro. Esto creará un remolino en el centro el bote que romperá el micelio en trozos más pequeños y evitará que se forme un cuerpo duro que nos dificulte su extracción con la aguja.

¡Os deseo un feliz cultivo!


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«Tengo el superpoder de obsesionarme y apasionarme con algo durante un periodo de tiempo finito»

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